A Janet Jumillas la asesinaron por una deuda de 50 euros de marihuana
Es el móvil que se desprende hasta ahora de la investigación, que además sospecha que los presuntos autores utilizaron un baúl para deshacerse del cuerpo de la mujer.
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El presunto asesino de Janet Jumillas tenía una deuda con la víctima de 50 euros de marihuana. Así se desprende del sumario al que ha tenido acceso OKDIARIO. Janet sufría fibromialgia y usaba la marihuana para paliar los dolores crónicos que sentía. Con dos hijos a su cargo y una pensión mensual de 24 euros, supuestamente le vendió la droga que le sobraba a su presunto asesino, Aitor. Éste le dejó a deber la marihuana y Janet desapareció en Cornellá el día que se habían citado para cobrar la deuda.
La brillante investigación de los Mossos d´Esquadra y el juzgado no sólo es minuciosa y paciente, también cuenta una historia de pobreza y marginalidad. Desde el principio los investigadores señalaron al ahora detenido, Aitor, como el responsable de la desaparición y muerte de la mujer. Los mossos de inmediato vaticinaron que Janet había sido asesinada, que el presunto criminal pertenecía a su círculo cercano, que el crimen se había cometido la mañana del día 13 de marzo y en el mismo barrio de Cornellá donde encontraron el coche de la víctima horas después.
Janet era una madre responsable que jamás se habría olvidado de recoger a sus hijos del colegio, ni habría dejado de usar su teléfono. Los investigadores encontraron en su casa todas sus pertenencias salvo su bolso y su móvil sin nada que apuntara a una fuga. La mañana de su desaparición cruzó cuatro llamadas con Aitor y además los testigos cuentan que la noche anterior les escucharon citarse para la mañana siguiente. La vivienda de Aitor está a 150 metros en línea recta de donde se halló el coche abandonado de la víctima. Los mossos creen que esa mañana Janet acudió a casa de Aitor y allí la asesinaron.
Cuando el 21 de marzo los mossos llamaron a Aitor a declarar estaban convencidos de que se encontraban cara a cara con el presunto asesino. Sus mentiras tampoco ayudaron, negó haber visto a Janet y también negó haberla llamado por teléfono la mañana de la desaparición. Tras muchas contradicciones admitió que le debía a Janet 50 euros de marihuana. No le detuvieron, le dejaron dos meses libre bajo una vigilancia exhaustiva. Fue un acierto de los mossos. Aitor, nervioso tras el interrogatorio, llamó a su amigo Christian y esa misma tarde se deshicieron de tres mochos de fregona con la sangre de Janet, las gafas rotas de la víctima y hasta restos de pelo de la mujer. Los mossos lo grabaron todo, y siguieron dándole carrete con la esperanza de que les condujera al cuerpo de la mujer. También detectaron cómo usaron un baúl en sus movimientos sospechosos pero no pudieron constatar que dentro del cajón se hallaba Janet.
Tras dos meses de paciente espera, y antes de que pudieran destruir más pruebas, acabaron deteniéndolos hace una semana. Christian quedó en libertad con cargos de encubrimiento, Aitor fue derecho a prisión por orden del juez. Los mossos encontraron sangre de Janet en la vivienda y el coche de Aitor pero además cotejaron los datos del teléfono de Janet con los de Aitor y el resultado les sorprendió. Desde el último mensaje de Janet a las 23:34 del día 13 de marzo hasta las 14:00 del día 14 en que dejó de dar señal, las ubicaciones de ambos teléfonos coinciden de tal manera que como señalan los mossos “sólo se podría explicar si Aitor llevara encima el teléfono de Janet todo ese tiempo”.
Ahora se trata de averiguar si como sostiene el abogado de la familia de Janet, Jorge Albertini, Aitor recibió ayuda de su entorno para deshacerse del cadáver y si, como piensan, detrás del asesinato de Janet hay algo más que una deuda de 50 euros como hasta ahora cuenta la investigación de los hechos.
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